sábado, 4 de agosto de 2012

Saudade

Leo tu blog y me dan ganas de decirte una mil cosas. En realidad, principalmente, que me siento identificada con más de una de ellas ¿Será que pasan los años pero hay cosas que no cambian? Siempre conectadas. Ya sé que lo sabemos, pero no por eso deja de sorprenderme. Y leo, e imagino, e intento descifrar quiénes son esas personas "en la vida real" de quienes escribís en tercera persona. Como si quisiera darle una personalidad, una cara, un cuerpo, a cada uno de esos personajes. Considero que si resuelvo el misterio antes de terminar de leer la entrada, entonces, nada cambió entre nosotras (tranquila, aún sigo haciéndolo). 
Y veo cosas sobre la facultad, y recuerdo todas las conversaciones que tuvimos, sobre exigirnos y auto-exigirnos, y lo que esperamos, y lo que en realidad es válido y real. También recuerdo cuánto me ayudaste a estudiar cuando más te necesité. Y reconozco no encontrarme ya en esa situación, porque ya dentro de poco volveré, pero sólo a empezar, falta aún, por suerte, para los parciales. Y luego leo sobre el muchacho. Un muchacho, digamos, que si bien me costó reconocer, lo encontré antes del final. Y digo "qué flash que piense eso, y le pase eso" y también encuentro la identificación; porque creo que uno siempre recuerda. Y todo lo que decís de la lluvia, me hace acordar de por si tanto a vos, ayer me acordé tanto de vos... Es que era imposible no hacerlo. 
Y entonces, básicamente, si el día está como uno o uno como el día, o si los profesores son  necesitados de sexo o si nosotros no nos esforzamos lo suficiente, o si pensamos en ellos o ellos en nosotras, o si nos lastiman o lastimamos (no?), o qué hacemos o para dónde sigue toda esta vida.
NO ENCUENTRO HORIZONTE.
Eso me está rondando últimamente. Me cuesta disfrutar del presente porque siento que estoy en una foto. Peor, o mejor, pero peor quiero decir: en un cuadro. Pintado. Quieto. Posado en alguna pared de algún aburrido museo de alguna parte del mundo. La gente no se puede ni acercar demasiado, ni fotografiarlo, ni hablar de tocarlo. Y el cuadro está ahí, inmóvil, aburrido, viendo siempre la misma imagen y en la misma dirección. Aburrido otra vez.
Y nada cambia, y todo es raro, y nada termina tampoco de estar en su lugar siento, y... Y no sé. Estoy cansada de salir, y cansada de sentir que no hago nada. Cansada de trabajar y cansada cuando no trabajo. Cansada de sentir que tengo miles de cosas que hacer, y cansada de hacer mil cosas. Quiero cosas divertidas. Quiero alegrías y buenas noticias y felicidad y chispas, brillos, dulces y mariposas en la panza (eh? no, insectos no. pero quedaba bien con la metáfora de la alegría a la que me venía refiriendo)


Quiero que seamos felices. 
Nunca nos dijeron que iba a ser tan difícil ¿Acaso nos engañaron?


ilusión.

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