domingo, 22 de abril de 2012

"Amor a primera vista"


¿Qué es eso del "amor a primera vista"? ¿Creo en ese mito? (Bueno, "mito", ya me deschavé). Siempre que escucho a la gente hablar de eso, en el fondo de mí, me río. La verdad que no, que me parece contradictorio eso de "amor" seguido de "a primera vista". Amor es construcción. Es momentos, caricias y peleas. Amor son las palabras que uno le dice al otro (y las que no dice también). Son miradas y silencios. Amor, como diría yo, es sentir.
Entonces no: no creo en eso. Creo que podemos sentirnos atraídos por alguien a primera vista. Que no hace falta nada de todo eso que acabo de nombrar (es decir, que no hace falta nada de amor para sentir ese "síndrome de imán" con el otro). Que dijo eso, o hizo algo, o su cara, su pelo, sus ojos, su manera. Las palabras que elijió o la sonrisa que se dibujó en su cara cuando lo miraste. Que es chiquito, que es grande, que es dulce, o guarango, o aparentemente malo. Quizás hasta su contextura enorme o sus pequeños ojitos claros. Como sea, te gusta. Algo te gusta. Algo que no es ni lindo ni feo sino, más bien, atractivo, te llama la atención y te deja, con suerte, fijado a eso. 
Que después venga esa segunda parte que le sigue al "a primera vista", es otra cosa. Pero primero lo primero, y lo primero es la primera vista. Y después... después quién sabe, todo puede ser. 
amanecer.

sábado, 14 de abril de 2012

Minipimer emocional

"Saber es escuchar palabras a tiempo que no se dicen"
Leo esa frase, y reflexiono: A veces uno piensa demasiado, no? Realmente, ponete a pensar en esa frase. Algo así como la definición de "saber", que acaba por ser escuchar algo que no se dice! Cómo escuchamos algo que no se dice? Cómo se define un verbo tan complejo como "saber"? Sin embargo, uno la lee, y es... movilizante, no? Bueno, para mí lo es. 
Porque considero que hay tantas cosas que sabemos, pero taaaaantas. Y más allá de eso, hay miles de millones de cosas que sabemos, pero que creemos no saber. Hasta nos convencemos a nosotros mismos de que no las conocemos. Pero no es así. Queremos creer que no las sabemos, porque nos sentimos mejor con esa incertidumbre implantada ni más ni menos que por nosotros mismos. Preferimos no saber, porque es más fácil. Sin saber, sin conocer, no hay nada que juzgar, nada que criticar, nada por lo que sufrir. No hay peor ciego que el que no quiere ver... Y sin embargo, todas esas falsas ganas de "no querer saber", no... no están bien. Tenemos que recordar, una y otra vez, que no siempre lo que no queremos saber, es para mal. Hay muchas cosas, de estas que ya sabemos-que no queremos saber que sabemos, que nos harían bien; sólo que necesitan algo de proceso en nosotros mismos. 
Lo que no mata, fortalece. Hay que aprender a lidiar con todas las incertidumbres, dudas, certezas y verdades que nos rodean. Hay que aprender a ver más allá de lo que no escuchamos, no pensamos, no queremos saber. Hagamos un rejunte de lo que sí sabemos, de aquello que estamos seguros. Y si es malo, pensémoslo, amasémoslo, destrocémoslo y volvamos a armarlo, démosle una y mil vueltas si es necesario, para poder darle la forma que tiene que tener, para poder justificarlo como consideramos correcto: a fin de encontrarle el lugar que le corresponde. Y si es bueno, disfrutémoslo! Sintámonos afortunados de haber sabido algo así, de haber visto algo bueno. De haber tenido algo bueno.
Porque lo malo va y viene, pero lo bueno... a lo bueno no hay con qué darle. En la vida nos vamos a cruzar con miles de personas buenas y malas, vamos a tener que afrontar millones de situaciones buenas y malas, fáciles y difíciles. Nos van a pasar miles de cosas que no vamos a entender, que no vamos a aceptar, que no nos van a gustar. Y? Qué hacemos ante todo esto? Pensar, nuevamente. Procesar tooooooodo. Útil sería una Minipmer cerebral. Multiprocesadora que nos ahorre noches eternas y lágrimas que nunca debieron ser derrochadas. 
Procesar todo para entender que: saber es escuchar palabras a tiempo, que no se dicen.


ilusión.

Una noche y nada más.

Llego a casa y me pregunto ¿hace falta que te diga ese "gracias" que siempre fue todo tuyo - más tuyo que de nadie?
Y me imagino casi con una sonrisa tu respuesta - tu respuesta de hoy de ayer y de años: "gracias hacen los monos".
Así que hoy soy un mono - uno bonito e infantil - en tu gran mundo de colores y turquezas. 
Claro, porque mientras estaba ahí en la esquina esperando, luego de haberme despedido de mis amigos - "vayan vayan" les dije, y pensé "la llamo a Bag para hablar estos 5 minutos y que siga al tanto de todo". Y entonces me atendiste, hiciste tu chiste de siempre referido al tema y me empezaste a contar de tu noche y... ¿Lo habrás visto?
Espero que la hayas pasado un poquito de lo bien que la pasé yo (esta noche no hubo disturbios ni rarezas, no fueron más que risas y ese algo más que siempre viene tan bien, ese simpático, esos ojitos, ese libro, ese cigarrillo, esa cama, eso que mañana te contaré y mañana me contarás, y entonces
chau.

amanecer.

miércoles, 11 de abril de 2012

Son caminos que tal vez hay que pasar

Simplemente no tengo una noción tan clara de lo que es vivir como la tenés vos, pero dejame decirte, qué lindo concepto. Vivir es realmente complicado a veces, creo yo. Sin duda gran parte de la vida son las relaciones que formamos, tanto con la familia como con los amigos, quiero decir. Hay días que me siento tan joven, bag. Y días que me siento tan vieja... Hay martes en los que se me ocurre que soy demasiado joven, y que hace mucho que no voy a bailar, y que todos los fines de semana me quejo de algo distinto, pero que nunca salgo como una veinteañera. Y hay martes en que no puedo ver el momento en que llegue el viernes a la tarde (aún sabiendo que ALGO va a surgir) para poder dormir la siesta. 
Y más allá de la rutina, que tanto nos lleva para un lado y para el otro, siento que no me doy el tiempo para sentir; y es por eso quizás, que el cuerpo sólo me cambia de un segundo para otro, y puedo estar de lo más bien y ponerme a llorar. Creo que hay cosas que no termino de procesar, o que si creo que ya terminé de procesarlas, vuelven, para que tenga que volver a hacerlo, no sé. No entiendo por qué uno no puede simplemente tratar algo, y luego dejarlo archivadito como "listo". Sí, creo que entendés mi concepto... Hasta me atrevería a decir que compartís mi deseo, no? Y que ese "listo" no vuelva a abrirse, ni a saberse de él, a menos hasta que UNO decida volver a abrirlo.
Sé igual que tampoco sirve, no es la solución ni mucho menos, siempre es mejor enfrentar. Entonces, luego de todo esto que escribí que ya ni sé cómo empecé o a qué iba, creo que lo más redundante que quiero decir, es que siento que no paro de enfrentar.  Pero de enfrentarme justamente a la vida. A problemas, a situaciones que me exigen, me obligan a ser más fuerte. Entonces, ¿es bueno o malo? Porque indefectiblemente me hago más fuerte. No sé si quiero ser más fuerte. No sé si puedo, tampoco. ¿Quiero poder? Creo que ya la estoy flasheando. 
Evidentemente hoy es un día en el que no me estoy encontrando (por si no había quedado claro). Esto de enfrentar, de luchar, de la rutina, los golpes... Eso. Creo que me siento golpeada y exigida de todos lados. Tengo ganas de hacer algo que me guste. Algo que me guste de verdad y que me haga bien, y que de última, por alguna vez en la vida, sea OTRO el que haga algo por mí, otro el que me ayude a mi, otro el que me mime, me cuide, no sé... Otro el que se interese por mí, sin yo siquiera darme cuenta de que por un segundo, soy yo la que tiene que cumplir con alguien, o con algo.

ilusión.

domingo, 8 de abril de 2012

de esperas y sorpresas

¿Te cuento algo Bag? Siempre me pasan cosas que me sorprenden. O espero cosas que no pasan. O pasan cosas que no espero.
A lo que voy es a que:
Mandas un mensaje y al rato te suena el celular. No importa si esperabas o no que te responda esa persona, pero lo primero que pensas cuando te suena el aparatito es que te respondió esa persona. Y el punto no es solo lo que esperas, sino que está el factor sorpresa de que termina siendo alguien que no solo no esperabas ni por casualidad, sino que en algún momento seguramente esperaste que sea hasta que dejaste de esperar y cambiaste de persona.
A ver, la estoy complicando, pero entre nosotras, ¿nos entendemos?
Le mandás un mail a alguien y estás esperando su respuesta - porque claro, si te mando un mail es para que me respondas ALGO laconchadetumadre; no te pido una genialidad tampoco, una letra al menos, enviame algo -. Y resulta que cuando el numerito de los mails que tenes en bandeja de entrada sube uno y pasa de 1508 a 1509, uno dice "me respondió". Y cuando entra a la bandeja de entrada resulta que no es su respuesta PERO es el mail de algún otro que no esperabas ni por asomo, pero que por algún motivo que no logras entender te saca una sonrisa de punta a punta y te hace olvidar un poquito de esa respuesta loca que estabas esperando con tantas ancias.
Nada, eso. Miles de esas. Miles de que te pasa lo que menos esperas - que hasta casi te gusta más que lo que esperas pero que, por alguna razón, pasa que no lo esperas - y resulta, también, que lo que estás esperando no aparece. No es que no aparece nada, es que sor pren de. La vida sorprende. Al punto de que cuando me suena el celular y estoy esperando un mensaje y digo "debe ser tal persona" cuando lo agarro re-pienso (re-calculo) y digo "si estoy esperando que sea esta persona, entonces seguramente va a ser otra". El punto es que de todas formas, el factor sorpresa es inevitable: nunca, jamas, espero ni por casualidad que sea la persona que termina siendo. Y siempre, siempre de los siempres, termina siendo una sorpresa que mueve mares y hace ruido y me pone a vivir, a sentir de nuevo - una vez más.

amanecer.

Vivir

Vivir es sentir. Y sentir sólo, sin compañía, es básicamente imposible. Se puede sentir en soledad y hasta podemos sentir a la misma soledad en su estado más puro y solitario. Pero para sentir necesitamos de otros.
Vivir es cantar lo que salga, es decir sin-sentidos, es llorar, patalear, reír a carcajadas y regalar sonrisas. Vivir es bailar; bailar al ritmo de un tan-tan que no sea más que el ritmo de nuestro propio ser. Vivir es jugar aunque seamos adultos, es crecer sin dejar nunca al niño interior que tenemos todos. Es llamar a esa amiga a cualquier hora y en cualquier momento porque tenés que contarle eso, o necesitas escuchar su voz, o simplemente llamas, porque queres, porque te sale, porque lo vale, porque su voz y sus risas y cada palabra que diga va a ser un pedacito más de esa vida que compone al vivir y forman un todo lleno de nada, de una nada absoluta que lo baña todo y hace que brille - como vos cuando reís.
Vivir es amor, odio, celos, pasión, verdad y mentira.
Vivir es amistad. Amistad grande y grande y más grande - como la nuestra podría decirse. Vivir es vos dándome la mano en los momentos más difíciles. Vivir es ir por la calle cantando a los gritos sin que nos importe nada. Vivir es estar incondicionalmente y crecer juntas, siempre juntas. Vivir son los eternos recuerdos que no se terminan porque hacemos un presente que mañana va a ser recuerdo y el ayer lo llevamos a todos lados como un tesoro preciado que nos hace, nos alegra, nos enseña.
Vivir es juntarnos a comer chocolate, y pintarnos las uñas del mismo color sin saber que nos estamos pintando las uñas exactamente del mismo color. Vivir es escuchar esa música que nos llena el corazón y nos identifica de pies a cabeza; es fumar en el cuarto de tu hermano y cocinar y escribir qué es lo que hay que hacer cuando estamos tristes.
Vivir es ayudarnos, escucharnos, hablar una encima de la otra; es llamarnos cuando es tarde, de noche - muy de noche y oscuro - y tenemos que caminar esas 5 cuadras que nos separan de la parada del bondi a casa. Vivir es entendernos, entendernos y aceptarnos y que las diferencias sean parte de las semejanzas.
Vivir es el dolor que sentimos, el hueco que dejaron esas ausencias irreemplazables.
Vivir es no poder parar de reírnos de esas cosas chiquitas y tontas (como el "body-splash?). Vivir es estudiar tus diálogos para teatro juntas o ir a devolver esas películas que tengo hace más de un mes al video club.
Vivir es salir. Es conocer. Es dejarse ser. Es darse la cabeza contra la pared (una y mil veces si hace falta). Vivir es acompañarnos. Vivir es llorar hasta quedar secas.
Vivir es soñar.
Vivir es ilusión
Vivir es amanecer
amanecer.

lunes, 2 de abril de 2012

Poema de un recuerdo


Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.


Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.


Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.

Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.


Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.


Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.

ilusión.