sábado, 14 de abril de 2012

Minipimer emocional

"Saber es escuchar palabras a tiempo que no se dicen"
Leo esa frase, y reflexiono: A veces uno piensa demasiado, no? Realmente, ponete a pensar en esa frase. Algo así como la definición de "saber", que acaba por ser escuchar algo que no se dice! Cómo escuchamos algo que no se dice? Cómo se define un verbo tan complejo como "saber"? Sin embargo, uno la lee, y es... movilizante, no? Bueno, para mí lo es. 
Porque considero que hay tantas cosas que sabemos, pero taaaaantas. Y más allá de eso, hay miles de millones de cosas que sabemos, pero que creemos no saber. Hasta nos convencemos a nosotros mismos de que no las conocemos. Pero no es así. Queremos creer que no las sabemos, porque nos sentimos mejor con esa incertidumbre implantada ni más ni menos que por nosotros mismos. Preferimos no saber, porque es más fácil. Sin saber, sin conocer, no hay nada que juzgar, nada que criticar, nada por lo que sufrir. No hay peor ciego que el que no quiere ver... Y sin embargo, todas esas falsas ganas de "no querer saber", no... no están bien. Tenemos que recordar, una y otra vez, que no siempre lo que no queremos saber, es para mal. Hay muchas cosas, de estas que ya sabemos-que no queremos saber que sabemos, que nos harían bien; sólo que necesitan algo de proceso en nosotros mismos. 
Lo que no mata, fortalece. Hay que aprender a lidiar con todas las incertidumbres, dudas, certezas y verdades que nos rodean. Hay que aprender a ver más allá de lo que no escuchamos, no pensamos, no queremos saber. Hagamos un rejunte de lo que sí sabemos, de aquello que estamos seguros. Y si es malo, pensémoslo, amasémoslo, destrocémoslo y volvamos a armarlo, démosle una y mil vueltas si es necesario, para poder darle la forma que tiene que tener, para poder justificarlo como consideramos correcto: a fin de encontrarle el lugar que le corresponde. Y si es bueno, disfrutémoslo! Sintámonos afortunados de haber sabido algo así, de haber visto algo bueno. De haber tenido algo bueno.
Porque lo malo va y viene, pero lo bueno... a lo bueno no hay con qué darle. En la vida nos vamos a cruzar con miles de personas buenas y malas, vamos a tener que afrontar millones de situaciones buenas y malas, fáciles y difíciles. Nos van a pasar miles de cosas que no vamos a entender, que no vamos a aceptar, que no nos van a gustar. Y? Qué hacemos ante todo esto? Pensar, nuevamente. Procesar tooooooodo. Útil sería una Minipmer cerebral. Multiprocesadora que nos ahorre noches eternas y lágrimas que nunca debieron ser derrochadas. 
Procesar todo para entender que: saber es escuchar palabras a tiempo, que no se dicen.


ilusión.

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